1. Mercado de la Merced, de Enrique del Moral. Esta es una de las obras más sobresalientes del modernismo mexicano y también una de las más olvidadas. Ubicada en una zona "peligrosa" del centro de la ciudad de México, al parecer no ha recibido mantenimiento desde su inaguración hace medio siglo. Estas circunstancias son favorables en la medida en la que no ha sufrido alteraciones considerables.
2. Campus del Tec de Monterrey, de Enrique de la Mora. Fue el primer campus universitario de México; es un precedente importante de la Ciudad Universitaria de la UNAM. En años recientes se han construido nuevos edificios en el campus, de terrible calidad. No sería sorprendente que, con la intención de "modernizar" el campus se demolieran edificios de De la Mora o fueran forrados de espejo o paneles de aluminio.
3. Clínicas del ISSSTE, de Enrique y Agustín Landa. El Hospital 20 de Noviembre, centro de la red hospitalaria del ISSSTE desapareció en una remodelación inexperta. Sobreviven, sin embargo, las 48 clínicas y 6 hospitales de zona del Instituto, muchas de ellas en estado aceptable. Estos edificios son notables por ser variaciones de dos modelos, diseñados con economía y funcionalidad en un sistema modular. Dado el precedente del 20 de Noviembre, las estos edificios podrían también ser víctimas de los remodeladores.
4. Super Servicio Lomas, de Vladimir Kaspé. Hace cerca de un año estuvo cerca de desaparecer bajo una torre irreverente de Koolhaas. Desde entonces el edificio está abandonado y probablemente sufiendo cambios graduales de manera que no sea viable su preservación y pueda ser demolido impunemente en unos años.
5. Planta embotelladora de Bacardí, de Félix Candela. Se ha estado diciendo que hay planes para demolerla... Es posible que incluso ésta, la más destacada obra de uno de los más destacados arquitectos del movimiento moderno en México desaparezca sin que haya gran resistencia.
6. Antigua Secretaría de Relaciones Exteriores (Torre Tlatelolco), de Pedro Ramírez Vazquez. Desde que se mudó la secretaría a su nueva sede en la Alameda, los pisos superiores de este edificio en Tlatelolco están abandonados. El edificio es notable por la elegante articulación de sus cuerpos y por su emplazamiento entre los vestigios prehispánicos de Tlatelolco, una iglesia colonial y los edificios habitacionales de Pani.
7. Aeropuerto de Acapulco, de Mario Pani y Enrique del Moral. Hoy funciona como aeropuerto privado. Ha sido modificado considerablemente aunque, de desarrollarse una cultura de preservación de la arquitectura moderna mexicana podría restaurarse a su estado original.
8. Torres de Satélite, de Matias Goeritz y Luis Barragán. Con los planes para construir segundos pisos en el Periférico norte, las torres pueden quedar rodeadas por pasos a desnivel. El valor de las torres se deriva de las vistas que se aprecian de ellas desde los automóviles. Las nuevas obras en el Periférico pueden empequeñecerlas, esconderlas y, en el peor de los casos, conducir a su demolición.
9. Antigua Bolsa Mexicana de Valores, de Enrique de la Mora. El vestíbulo ha sido transformado y la sala de transacciones, techada por un cascaron de Candela está ocupada por oficinas. Corre el riesgo de desaparecer, con lo que se perdería el primer trabajo de colaboración entre de la Mora y Candela, y la primera boveda de doble arista de concreto del mundo.
10. Edificio Niza y Edificio en la calle de Belgrado, de Enrique de la Mora y José Creixel. Estos dos edificios de departamentos del inicio de la década de los treinta, ubicados en las colonias Condesa y Juárez, podrían desaparecer ya que aún no se valora lo suficiente la etapa inicial de la arquitectura moderna mexicana. Ambos edificios son relevantes por tratarse de los primeros casos de aplicación de los principios de la arquitectura internacional en México, en los términos definidos por la exposición de 1929.
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